miércoles, 20 de marzo de 2013

Una tendencia es siempre una trampa


De la forma más autóctona posible los nuevos muñequitos de Inglaterra no paran de zarpullir todas las zonas terrenales del mundo mundial en las que se les permiten estar. Los chavales en cuestión, conocidos comúnmente como One Direction, encaran cada uno de sus trabajos discográficos (mmm ¿cuántos tienen?) con la parte más izquierda del dedo izquierdo del pie izquierdo a la vez que deciden auto coronarse como los Justin Biebers europeos y aún más, SER CINCO, que es lo peor de todo. Es como tener a cinco autistas hiperactivos todo el día detrás de la radio, porque aunque personalmente tampoco tenga gran cosa en su contra, lo que la realidad enmascara tras multitudes de canciones rítmicas a la par sin saber la diferencia entre la última y la anterior es que, sin ningún lugar a dudas y sin que sirva de precedente y así buscando por la red (como quien no quiere la cosa) el primer vídeo que sale en los resultados de Youtube los elevan hasta la fibriliante cantidad de 353.450.591 visitas. Sí, todos sabemos (o deberíamos, por escucharlo como noticia en un telediario español) que hay circulando vídeos de un tal coreano bailando la danza del caballo con bastante más apuje y existo en el reflejo de usuarios que invirtieron/invierten/han invertido más unas cuantas formas verbales más la penumbra cantidad de 1.449.027.550 visitas, en probablemente menos tiempo. Y ÉSA ES LA CLAVE DE TODO, que obviamente no la vengo a descubrir yo, pero entonces me planteo ésta serie de preguntas:
·¿Es la música actual un reflejo de beneficio por encima de todo?
·¿Es este dicho producto proclive a no entender la música en su esencia precisamente porque vende algo que no es música sino ruido comercial, que seamos sinceros, a todo el mundo nos puede llegar a gustar o atraer en cierto momento del día?
·¿Son los artistas del pasado (los que murieron ciertamente por sus fantasmas, los que no se tuvieron muy en cuenta en su día, los locos emocionales, los incomprendidos, los auténticos, los sufridores...) las verdaderas joyas de la música (sin ir más allá, Amy Winehouse, por ejemplo)?

Dejando el post & finalizando, lanzo mi conclusión en forma de actuación ''musical'' de la última joya de la corona (ironia mode on): One way or another, de Blondie.


Ay, no, disculpádme, de One Direction.